Eso es lo que soy, un besugo.
Desde hace unos años invitamos a los padres de mi mujer y a los míos a cenar en Nochevieja a casa. Como es un rollo eso de discutir dónde toca cada año, tiramos por la calle de en medio y los juntamos a todos en casa.
Y desde hace varios años lo que hacemos de segundo es cordero. No es por nada, pero soy un artista del cordero, esto de tener paciencia y hierbas en casa me ha hecho ser un verdadero experto.
Este año no nos habíamos preocupado mucho, no habíamos pensado demasiado qué hacer y al 
dormir mal esa noche y dar demasiadas vueltas a la almohada me entra la crisis existencial, todos los años lo mismo, qué aburrido esto de hacer algo que sabes que te sale bien... se me ocurre que podíamos hacer un pescadito (más bien pescadazo, porque somos 9) al horno.
Cuál es el pescado típico de la Navidad y de las cenas pantagruélicas: el besugo. Pues para la pescadería.
Nos fuimos a ver a mi amigo Juan, aunque ayer me enteré que tan amigo no es, siempre nos echa más de lo que pedimos, sobre todo desde que el Gobierno nos propone que comamos conejito en Navidad. A Gema esto le sienta como un tiro, yo me hago el loco y debe pensar que soy subnormal, ya se lo comentaré un día de estos.
Le pedí que me trajera un besugo para hoy de los grandecitos, que pesara unos 2 Kg más o menos, que íbamos a ser 9 para cenar. Me dijo que no me preocupara que me lo traía encantado pero que me iba a salir caro. Sólo los trae por encargo, no se los quiere comer él todos en Fin de Año
Esta mañana ha ido Gema a buscarlo y al rato, ha debido llorar durante media hora, me llama para darme la buena noticia: el besugo ha pesado 2,200 Kg y ha costado más de 190 euros!!! Joder, tenía razón el Gobierno con el conejo!!!
Os voy a tener que dejar, voy a estar el resto de la mañana buscando en Internet una receta, porque como encima me salga mal...
