Quita el bozal al perro, que toca apretar


Tras la decepción del lunes hemos seguido con una semana complicada: mucho madrugón con viaje, aunque siempre en buena compañía, reuniones duras y sin demasiado éxito, por lo menos a corto plazo y mucho, mucho trabajo.

Tras la tempestad viene la calma y siempre los frutos del trabajo duro, del esfuerzo. Pensar así es la única forma que tengo de conseguir levantarme el lunes con ganas y empezar otra vez la semana. El fin de semana a pensar en otra cosa para no tirar la toalla el jueves, ganar fuerzas.

Hasta que no vendes y no tienes una cuota todo esto no se entiende, no se ve mas allá de las comidas, los viajes, los premios y los buenos resultados. Así lo veía yo antes de pasarme a ventas, mucho señorito en ventas, ¿no?

Tengo compañeros que son verdaderos profesionales de esto, verdaderos artistas delante de un cliente y con un saber estar envidiable. También éstos han pasado rachas de “depresión profunda”, esta es una de ellas, hay que resguardarse. Pero si ya has conseguido esto es más fácil que te respeten, hay que sembrar siempre para, en  momentos como el actual, no sufrir demasiado.

La economía en España y por tanto todas o casi todas las empresas están pasando un importante bache. Pero esto hay que superarlo, sólo falta esperar con paciencia, capear el temporal, hacer un esfuerzo para que no se rompan ciertas relaciones, mantener la satisfacción de nuestros clientes, partners y colegas y después seguir adelante fortalecidos.

thumbnailEn estos baches aflora lo mejor, pero sobre todo lo peor de cada uno, conoces en profundidad a la gente que te rodea. Campean a sus anchas los indeseables, los que tienen pocos escrúpulos. A muchos de estos les dan rienda suelta, los dueños sueltan a los perros, a las alimañas a hacer el trabajo sucio, el trabajo sin escrúpulos. Estos son a los que hay que ganar, pero sin que se den cuenta o te intentarán pegar la rabia.

La semana que viene mejoramos el estado de ánimo. Es una promesa.

1 comentarios:

Paquito dijo...

Interesante...

Es extraño: a mi me pasó algo parecido, hace ya 4 años (y todavía sigue pareciendo ayer)...

A veces recuerdo aquello y recuerdo las cosas buenas, aunque también las malas...

Y ahora, ya en la distancia, sólo pienso una cosa: me alegro de haberme ido :-))

Un abrazote,

Paquito.