Rectificar es de sabios

A medida que uno se va haciendo mayor se va fijando en la cantidad de cosas que se hubieran cambiado a lo largo de la vida. Quizás una de las que más me arrepiento es de no haberme dedicado más tiempo a mí mismo. Con esto no quiero parecer egoista ni tampoco un solitario.
Quiero decir que uno tiene que tener tiempo para hacer sus cosas, no para perderlo, ni para malgastarlo, vaguear, etc. para hacer sus cosas, poder pensar, leer, escribir, hacer fotos, cuidar plantas, bonsais, etc. en definitva: cultivarse.
Con el tiempo te das cuentas que vas creando tu personalidad, que cuanto más la cultives más tendrás (no confundir con genio, que también), que cuanto más tiempo la dediques más fuerte o seguro de ti mismo serás, o por lo menos tendrás las ideas claras alrededor de ti mismo o de lo que quieres ser o hacer.
Hay una etapa de la vida en la que no quieres estar solo ni un minuto, o por lo menos eso me ha pasado a mi. Yo lo que he hecho es dedicar mucho de ese tiempo a los amigos, a Gema (o a antiguas novias, aunque no tanto...), a la gente con la que te diviertes, quizás no todo lo que debiera a la familia, pero en general a estar rodeado de gente.
Los otros momentos, me refiero a los "libres", claro, creo que los he dedicado a pocas cosas, he leido mucho, pero sobre todo creo que he perdido la mayor parte del tiempo. Ahora lo intento recuperar.
Si alguien lee esto y quiere hacer caso, que se aplique el cuento, que se cultive, no hay que leer a Neruda por narices, no hay porqué saber de política (aunque cuanto más sepas, mejor), ni hay que estudiar física cuántica, como está ahora de moda en ciertos ambientes, sino que hay que aprender a disfrutar del tiempo libre en soledad, desarrolla tus hobbies, que hagas lo que quieras, pero que lo disfrutes, porque te ayudará a crear una personalidad.
Esa personalidad que te vas creando te puede ayudar, por ejemplo a darte cuenta de esto: PERDÓN. Qué fácil es hacer daño sin más, decir algo y molestar, pues eso: PERDÓN. Nueva intención de este año (y ya van dos): intentar hacer menos daño a la gente, son en realidad esos pequeños detalles que marcan la diferencia. No es que sea un cabrón desalmado, es que me tendría que haber cultivado más. Tú y yo sabemos a lo que nos referimos, ¿no?

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